TICs en la educación: una tendencia en auge

Las nuevas tecnologías han cambiado por completo la manera en que las personas interactúan, juegan y, por supuesto, aprenden. En los últimos años, expertos con una maestría en psicología de la educación han descubierto los efectos positivos del uso de las tecnologías de la información y comunicación (TIC) en el proceso de aprendizaje.

La pandemia por COVID-19 representó un reto para los docentes de diversas áreas y niveles de la educación debido a la implementación masiva de la educación en línea. Sin embargo, gracias a lo aprendido en estos años, se han encontrado múltiples maneras de integrar TICs tanto en las clases presenciales como en las virtuales. 

¿Por qué es importante el uso de TICs en la educación?

Las tecnologías de la información y comunicación existen desde hace décadas, desde la radio, la televisión y las telecomunicaciones hasta los computares y la llegada de Internet. Todos estos elementos son parte de la vida cotidiana actual, por lo que no es de extrañar que se hayan infiltrado en el sector educativo.

Aun así, muchos aún desconocen los beneficios de las mismas en el ámbito pedagógico. De este modo, los psicólogos educativos han notado que incrementa la interacción y el compromiso de los estudiantes.

Teniendo en cuenta la anterior, la organización estadounidense National Math and Science Initiative estableció que utilizar tecnología en el salón de clases ayuda a los estudiantes a concentrarse por periodos más largos de tiempo, especialmente en matemáticas y ciencia.

De la misma manera, a través del uso de aplicaciones móviles u otras tecnologías se puede personalizar el método de educación de acuerdo a las necesidades del estudiante, ya que a lo largo de las décadas se ha demostrado que no todos procesan la información de la misma manera.

Asimismo, la utilización de tecnologías, específicamente juegos o evaluaciones interactivas estimulan la actividad cerebral, permitiendo entender los materiales de manera más eficiente.

Otra ventaja que destacan los expertos es la colaboración entre docente y estudiantes. Por ejemplo, a través de Google Docs, todos pueden trabajar en el mismo documento y los alumnos pueden obtener retroalimentación inmediata. Del mismo modo, esta cooperación permite mejorar las habilidades sociales de los involucrados.

Otros profesores han destacado que enseñar desde una edad temprana a usar tecnología prepara a los individuos para el mundo laboral. Especialmente si los métodos utilizados son de uso frecuentemente profesionalmente como, por ejemplo, la suite de Adobe o los programas de Microsoft.

Ejemplos de usos de las TICs en educación

Hay múltiples maneras de utilizar TICs en las aulas, incluso, existe software especializado para su uso en la educación.

Entre ellos está BlackBoard, que es un software de gestión de aprendizaje a través del cual los profesores pueden compartir evaluaciones, monitorear las calificaciones y manejar los contendidos de clase.

Por otro lado, Google cuenta con su Google Classroom, una plataforma que simula un aula virtual. A través de este, los docentes pueden crear tareas interactivas, incluir juegos o videos de YouTube durante la clase.

Otra herramienta de uso frecuente es Trello, una aplicación colaborativa que es útil para grandes equipos, ya sea de profesionales o estudiantes.

Trello cuenta con plantillas específicas para ambientes educativos y permite crear diferentes tableros con los que se pueden organizar los materiales para la clase y establecer fechas de entrega, entre otros.

Por su parte, ClassDojo es un sistema de administración de clases que también ha adquirido popularidad en los últimos años. Esta se enfoca en el refuerzo positivo y en el contacto constante con los padres, haciéndola particularmente útil para los más pequeños.

A medida que la tecnología progresa, la humanidad lo hace con ella. Diversas organizaciones educativas a nivel mundial están integrando constantemente las TICs a sus programas. De este modo, es un excelente momento para aprender de las mismas e implementarlas.